Sinopsis
Desde su condición de «melómano comprometido» pero sin renunciar a la visión del teólogo, Hans Küng analiza en este libro la relación entre música y religión, a las que separa una sutil y delgada frontera. -Puede la música ser medio de expresión y fuente de la fe religiosa? -Puede la vivencia religiosa de la música ser una apertura a la trascendencia? Para iluminar estas cuestiones, Küng se ocupa con tres grandes compositores que suponen para él «todo un reto intelectual y artístico»: Mozart, Wagner y Bruckner. Se pregunta no sólo por su religiosidad personal, sino por la presencia de la religión en su obra.